junio 19, 2025

En ocasiones la labor del periodista es tomada a la ligera por algunos, poco se pone a pensar en el hecho de que el comunicador también tiene una responsabilidad enorme con su audiencia pues es gente que presta atención a lo que se dice y ocupa esa información para formar su opinión o incluso para tomar decisiones en el día a día.

Cualquier persona que pueda llegar fácilmente a una gran cantidad de ciudadanos tiene un claro poder de influencia sobre ellos, es de vital importancia que el periodista emita información real que sea de utilidad y no solamente buscar un beneficio personal.

En este caso si de desvergüenzas hablamos no puede dejar de mencionarse al comunicador Carlos Loret de Mola, quien durante años tuvo una gran popularidad en medios como la televisión y el radio.

En esta ocasión se abordará algo que pocas personas han meditado, el impacto que las acciones de Carlos Loret de Mola han tenido sobre ciertos sectores de la población mexicana.

Validación de un fraude electoral y el silencio ante la violencia

La contienda presidencial del 2006 fue una de las más controvertidas de la historia pues por primera vez la diferencia entre el 1er y 2do lugar fue de menos del 1% de los votos.

En dicha competencia electoral el candidato Andrés Manuel López Obrador aventajaba por varios puntos al abanderado del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, sin embargo, en cierta hora de la madrugada la tendencia comenzó a cambiar y de un momento a otro Calderón logró superar a AMLO en los votos, esto según el conteo rápido del entonces Instituto Federal Electoral.

Tiempo después un análisis de la Facultad de Física de la UNAM corroboró que esto era matemáticamente imposible y lo plasmó en un análisis forense de procesos electorales, mismo que se puede consultar fácilmente por internet.

Al respecto Carlos Loret de Mola en reiteradas ocasiones se dedicó a darle legitimidad a un gobierno poco transparente como el de Felipe Calderón, atacando en su lugar a López Obrador, como se pudo constatar en una entrevista que le realizó en 2008 en donde le recriminaba que no reconociera los resultados de 2006.

También se recuerda que, en 2011, de acuerdo a la revista Proceso, Carlos Loret de Mola fue uno de los oradores principales en la firma del pacto de Calderón donde 715 medios acordaron “autorregular” sus contenidos sobre la tensa situación de violencia que se vivía en el país en ese momento, a lo cual Loret dijo:

“Los medios de comunicación aquí presentes, televisoras, grupos de radios, periódicos, revistas, portales de internet anunciamos que hemos llegado a aun acuerdo para responder a esta situación que desprotege no solo a los periodistas, sino a la sociedad entera. Sin libertad de expresión no hay democracia.”

Entre los puntos que presidencia les exigía a los periodistas estaban: Dimensionar adecuadamente la información, no prejuzgar (autoridades) culpables y no interferir en el combate a la delincuencia, claro que, pareciera que para Loret la libertad de expresión en ese momento era igual a ocultar cierta información a la ciudadanía.

Loret contra la educación pública

También hay que recordar que en 2012 Loret escribió y dirigió junto con Juan Carlos Rulfo el documental “De panzazo”, producido por una de las “asociaciones civiles” del empresario Claudio X. González.

En este trabajo periodístico se denunciaban las deficiencias del sistema público educativo, siempre con una tendencia a criminalizar a los maestros y remarcar que el ámbito privado era mejor opción para la educación de las juventudes, además de colocar sutilmente en lo más alto la reforma de Peña Nieto.

El mismo Claudio X. criticó a los sindicatos y llamó “pinches delincuentes” a los maestros que se oponían a la reforma a la educación de Peña Nieto pues consideraban que era el primer paso hacia la privatización de este sector, pidiendo el señor X. que se le aplicara el “Estado de derecho” contra las protestas.

Una de las principales críticas a esta reforma era que estandarizaba la educación cuando la impartición, fortalezas y debilidades de cada Estado eran diferentes entre ellas, además, se dejaba de tomar en cuenta a los maestros para el desarrollo de los planes de estudio.

Así, se demuestra una vez más que Loret de Mola no tiene un compromiso con la información real, sino con los intereses de ciertos grupos de poder que lo han auspiciado desde el inicio de su carrera, aunque eso signifique afectar directa o indirectamente a la ciudadanía.