
El que todos y cada uno de los ciudadanos de un país estén de acuerdo con sus políticos solamente sucede en las dictaduras, producto del miedo, en cambio, en las democracias participativas modernas es común que cierto sector de la población no comparta las ideas de su gobierno.
En México la libertad de expresión es un derecho contenido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo 6to donde se especifica que toda persona tiene derecho al libre acceso a la información y a la manifestación de las ideas.
También se plasma en el Artículo 7mo Constitucional que ninguna ley ni autoridad podrán censurar ni coartar la libertad de difusión y que es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas a través de cualquier medio.
Por supuesto, la persecución política fue una práctica que sufrieron varios periodistas en México, especialmente durante el siglo XX con los gobiernos del PRI, lamentablemente, grupos criminales también han terminado con la vida de muchos comunicadores.
En México desde el 2018 a través de la Secretaría de Gobernación existe el Mecanismo de protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas que busca otorgar protección federal a aquellos que realizan este tipo de actividades para garantizar su vida, integridad, libertad y seguridad.
La nueva manera de informar
Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México se terminó la partida presupuestal que estaba destinada a promoción y medios de comunicación, afectando las cuentas de muchos medios masivos y algunos periodistas que habían sido los favoritos del gobierno durante años.
Según un artículo de 2017 del diario The New York Times, el gobierno de Enrique Peña Nieto gastó cerca de 2000 millones de dólares en publicidad para pagar a grandes medios y también a varios periodistas.
No contar más con este presupuesto molestó a muchos de los que recibían esas obscenas cantidades de dinero, algunos otros se han asumido como “perseguidos políticos” por ser críticos al gobierno de AMLO, como, por ejemplo, Carlos Loret de Mola, por supuesto, sin ninguna prueba que lo avale.
El presidente López Obrador ha utilizado su conferencia matutina como su arma más efectiva para informar a la gente sobre las obras, políticas y también para responder cuestionamientos de la prensa, además, con este ejercicio el Gobierno de México se ha ahorrado una gran cantidad de recursos del erario que antes se gastaba en publicidad.
AMLO ha utilizado la conferencia mañanera también para defenderse y tener su propio espacio de réplica cuando surge alguna nota en la que se busca afectar su imagen o la credibilidad de su gobierno.
Sin duda el presidente ha tenido enfrentamientos con varios periodistas, pero uno de los más recurrentes es Carlos Loret de Mola quien se dice perseguido político cuando no existe ningún procedimiento legal en su contra impulsado desde el Gobierno de México.
Orígenes del conflicto
Durante su época de oro en Televisa, el espacio noticioso de Carlos Loret de Mola se posicionó como el lugar donde se daban las entrevistas y grandes debates de políticos prominentes, sin embargo, fiel a su estilo burlón, Loret le faltó al respeto muchas veces a López Obrador.
Al inicio, durante el proceso electoral de 2006 el trato con el comunicador aún era bastante tranquilo, sin embargo, todo cambió cuando el comediante Germán Ortega se presentó caracterizado como López Obrador haciendo burla del político en el programa de Loret.
En el acto, AMLO que en ese momento era jefe de Gobierno del Distrito Federal decidió no caer en el juego y dejar el programa respetuosamente, entendiendo que todo se trataba de una estrategia para ridiculizar su imagen.
Así, en las posteriores oportunidades en la que Loret entrevistó a AMLO el tono era claramente burlón y en ocasiones grosero.
El conflicto se acrecentó cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia de México en 2018 pues Loret mediante la plataforma LatinUS se ha dedicado a atacar no solamente a Obrador, sino a familia.
Según la Revista Contralinea, LatinUS ha gastado más de 2 millones de pesos para posicionar noticias contra el gobierno de la 4T en plataformas como Facebook, como respuesta, el presidente dio a conocer que Loret y su esposa son dueños de 13 departamentos, además de decir que Loret gana cerca de 3 millones de pesos mensuales.
También es un hecho que Loret y también el periodista Victor Trujillo “Brozo” se han dedicado a difundir información falsa o a medias, por ejemplo, en el episodio 87 de “Brozo y Loret”, en el minuto 12:40 se menciona que AMLO dejará una deuda de más de 2 billones de pesos.
Por supuesto, sin mencionar que se ha logrado la reducción de un 70% en amortizaciones programadas de deuda externa de mercado para 2025, es decir, la deuda contraída es deuda interna que se gastará para la construcción de ambiciosos proyectos nacionales, como se lee en una nota de La Jornada.
Este es solo uno de los ejemplos de cómo Loret manipula la información, como cuando mencionó que el Tren Maya sería un auténtico ecocidio, nuevamente en la conferencia matutina en muchas ocasiones se ha dado a conocer los avances del salvamento arqueológico del INAH, revirando la información sesgada y tendenciosa de LatinUS.
Uno de los últimos conflictos entre AMLO y Loret se dio porque la Unidad de Investigación Financiera se encuentra investigando al medio LatinUS por una denuncia que recibió en 2021, Pablo Gómez, titular de esta dependencia ha dicho que esta investigación no es contra Loret, sino contra el consorcio dueño de LatinUS por posible corrupción y recursos de procedencia ilícita.
Se ha detectado que LatinUS ha recibido mas de 2437 millones de pesos entre 2019 y 2024 procedentes gobiernos Estatales, realizando triangulaciones para desviar el origen del dinero, sin embargo, Loret ha acusado una persecución política en su contra, aunque como se ha mencionado, no hay una investigación activa que lo contemple.
Así parece ser que los enfrentamientos entre AMLO y Loret quedarán en el pasado una vez que López Obrador entregue la presidencia a Claudia Sheinbaum, lamentablemente es posible también que las noticias falsas o tendenciosas continúen durante el sexenio de la primera mujer presidenta del país.