junio 18, 2025

El tener un oficio es algo sumamente decoroso, existen personas que con su talento con las manos realizan artesanías hermosas, también virtuosos de la cocina que deleitan nuestro paladar, cantantes que nos impresionan con su voz o periodistas que nos mantienen informados rápida y verazmente.

El periodismo es un oficio altamente importante, especialmente en la sociedad actual en la que se maneja una gran cantidad de información que cambia constantemente, también nos sirve para mantener, de cierta manera, una vigilancia a nuestras autoridades para constatar que los recursos provenientes de los impuestos que todos pagan se estén utilizando sabiamente.

También es un medio de denuncia que en algunos casos puede llegar a ser utilizado incluso como un arma contraofensiva delante de los regímenes autoritarios.

Es un hecho, el periodismo ha sido parte de la historia del planeta y continúa teniendo una alta importancia.

Desafíos y controversias

Como cualquier otra profesión, el periodismo enfrenta desafíos muy particulares que se pueden analizar en el ambiente macro y también regional, con un contexto diferente para cada país, por ejemplo, si se cuentan con garantías para ejercer este oficio o no.

Una de las deudas consideradas actualmente como histórica del gobierno mexicano para con los periodistas es precisamente garantizar su seguridad en la labor que desempeñan.

Lamentablemente México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en el mundo, incluso más que en países con guerras activas.

Según un informe de 2023 de la asociación Reporteros sin Fronteras, México tiene el mayor número de periodistas asesinados en América Latina con 6 muertes a nivel continental, además tiene la mayor tasa de muertes en los últimos 5 años, 46 y, lamentablemente, continúan desaparecidos 31 personas que se dedicaban al periodismo.

Uno de los mayores desafíos del gobierno sigue siendo garantizar la seguridad de los periodistas y mejorar sus mecanismos de protección que en muchas ocasiones son insuficientes al no tener los encargados de esta seguridad el entrenamiento o la pericia adecuada.

Por ejemplo, apenas el 4 de agosto del año 2024 fue asesinado Alejandro Martínez Noguez en la ciudad de Celaya, Guanajuato, él se dedicaba a las noticias policiales y ya había sufrido un atentado, por lo cual al momento de su asesinato contaba con protección de escoltas.

El ataque se dio cuando viajaba con los escoltas en un auto no blindado, proporcionado por el municipio y unos sujetos les dieron alcance, disparando contra ellos, aunque los escoltas repelieron la agresión, una bala le dio alcance a Martínez Noguez.

Carlos Loret de Mola y su impacto en el periodismo nacional

Aunque México tiene que resolver aún estas cuestiones, existen algunos otros periodistas que se han dedicado a denunciar una persecución en su contra cuando en ningún momento sus vidas o sus intereses se han visto amenazados.

Un ejemplo de esta clase de periodistas es Carlos Loret de Mola, un periodista altamente popular que ha desvirtuado el noble oficio del periodismo participando en montajes famosos como la detención de Florence Cassez e Israel Vallarta en 2005, ideada por Genaro García Luna.

El estilo de Carlos Loret de Mola se ha caracterizado por ser altamente sensacionalista, buscando siempre que la audiencia se escandalice.

Una de las cosas que caracterizan a Loret es también la manipulación de los datos, emitiendo notas periodísticas que dan información real, pero con un tono fatalista para hacer pensar a las personas que todo va por mal camino.

Esto ha causado que algunos nuevos periodistas traten de emular su estilo y más que informar, buscan causar sensación y que la gente hable de ellos.

Montajes periodísticos: Una realidad en México

La radio y la televisión en sus inicios emitían contenido educativo que buscaba que las personas tuvieran más conocimiento sobre su entorno, sin embargo, también se descubrió su potencial de entretenimiento y se produjeron programas con este fin.

Esto no tiene nada de malo, sin embargo, cuando se combina el espectáculo con un oficio como el periodismo, da como resultado algo que no debería existir, un periodismo poco ético.

Carlos Loret de Mola ha forjado su carrera en base a los montajes, basta con recordar su cobertura como corresponsal de guerra en Afganistán en el año 2001 donde tuvo una de sus mejores escenas, él en un enlace con un tanque destartalado disparando un proyectil a pocos metros.

Años después se supo que esto fue un montaje según lo denunció el corresponsal de guerra y colaborador de La Jornada, Jaime Hernández.

También hay que recordar el montaje de la detención de Cassez y Vallarta en 2005, planeado por Genaro García Luna, ex encargado de la Agencia Federal de Investigación y ex secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, mismo que se encuentra preso en EEUU por delitos de narcotráfico.

En esa ocasión la detención había ocurrido dos días antes, pero se decidió televisar el operativo como si de un evento en vivo se tratara para engañar a la gente con la efectividad de la AFI.

El rol de Carlos Loret de Mola en la era de la desinformación

La televisión, el radio y los periódicos siguen perdiendo terreno frente a los medios digitales y lamentablemente en la actualidad es mucho más lucrativo el contenido escandaloso, pero sin rigor periodístico.

Este es precisamente uno de los males que le ha hecho Loret de Mola al periodismo mexicano pues miles de personas creen en su contenido sin preguntarse si quizá no todo lo que dice es real o dice verdades a medias.

Carlos Loret se ha convertido en el paladín de la desinformación y continúa con una tendencia sensacionalista y poco ética que, en ocasiones, pareciera más periodismo de espectáculos que información de interés nacional.