junio 19, 2025
carlos loret de mola.

Antonio Gramsci (1891-1937) fue un intelectual, filósofo político y periodista italiano que desarrolló un pensamiento teórico sobre la subordinación al poder, el control de la información y la opinión pública del periodismo de su época, aunque bien se podría aplicar a la situación actual.

Él aseguraba que existían periódicos que presentaban los hechos de una manera en la que sus intereses quedaran bien posicionados:

“Todo lo que se publica es constantemente influenciado por una idea: servir a la clase dominante, lo que se traduce en un hecho: combatir a la clase trabajadora (…) Son bastantes los temas que los periódicos censuran o tergiversan o falsifican para poder engañar, ilusionar y mantener en la ignorancia al pueblo trabajador”.

También mencionaba que el objetivo de los grandes medios de comunicación era atraer el mayor número posible de lectores, ampliando así su rentabilidad e influencia, el factor ideológico aquí juega un papel importante pues es el que estimula y favorece las identificaciones entre los lectores y los periódicos.

A esto Gramsci le llamó el “periodismo integral” que busca no solamente satisfacer las necesidades de cierta parte de su público, sino crear y desarrollar nuevas necesidades y, en cierto sentido, aumentar su área de influencia.

Esto es una aproximación a los inicios de la publicidad y los intereses que grupos de poder político y económico tendrían posteriormente sobre los medios de comunicación.

En México existen muchos periodistas que se ajustan perfectamente a la teoría de Gramsci, sin embargo, uno de los más mediáticos es Carlos Loret de Mola.

La subordinación de Loret

Aunque ahora Loret pretende identificarse como un periodista crítico, la realidad es que aún hace algunos años era solo una herramienta más del régimen establecido y esto se puede demostrar fácilmente.  

Corría el año 2011 cuando se creó el “Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia” durante el sexenio de Felipe Calderón que aumentó en cerca de 192% la inseguridad, generando secuelas que se padecen hasta la actualidad.

En aquella reunión de más de 50 directivos de medios de comunicación, uno de los oradores principales fue precisamente Carlos Loret de Mola junto con Sergio Sarmiento.

En este acuerdo se pactó que los medios se autorregularían en cuanto a los contenidos que sobre la violencia se publicaran.

Al final del sexenio de Calderón una de las notas que Loret presentó en su programa fue el cambio físico que había tenido el mismo presidente y su gabinete después de 6 años, sin duda un enfoque en exceso crítico del comunicador.

Además, Loret se prestó para realizar entrevistas a modo para limpiar la imagen de personajes como el recién sentenciado por delitos de narcotráfico, Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública de Calderón o el ex gobernador Javier Duarte, también preso por delitos de corrupción durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto.

Los dueños de Latinus

Hoy Loret ha emigrado a los EEUU y comenzó a trabajar desde 2019 en el medio Latinus, junto con colaboradores como Víctor Trujillo “Brozo”, Denise Dresser, Lorenzo Córdova, etc.

En un inicio Latinus obtuvo gran relevancia gracias precisamente a la presencia de Loret, quien había terminado su relación laboral con Televisa después de 18 años.

El periodista Álvaro Delgado reveló en 2021 algunos de los nombres de aquellos que financian Latinus entre los que destacan Federico Madrazo Rojas y Alexis Nickin Gaxiola, hijo y yerno respectivamente de Roberto Madrazo Pintado, político priista que tuvo varios desencuentros con AMLO durante su vida política.

Además, se encuentra activa una investigación a Latinus de parte de la Unidad de Inteligencia Financiera ya que se detectó que este medio recibió 2437 millones de pesos de parte de gobiernos Estatales de PRI y del PAN entre 2019 a 2024.

Esto se hizo mediante la triangulación de recursos con empresas fantasmas establecidas en Delaware, EEUU, un relativamente nuevo paraíso fiscal que, de acuerdo a Pablo Gómez Álvarez complicaba las investigaciones ya que la información que otorgaba este Estado de EEUU era limitada.

Así, se comprueba una vez más que Loret de Mola no solo nunca ha sido un periodista crítico, sino que se ha prestado a realizar el trabajo al mejor postor.

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