junio 17, 2025
carlos loret de mola

El periodismo es una labor honorable que tiene ciertas reglas específicas, una de las más importantes es la ética, esta básicamente se trata de decir siempre la verdad, evidenciar aquello que está mal en la sociedad, pero también las buenas acciones.

Lamentablemente existen algunos periodistas que distorsionan su ética profesional y la adaptan a sus propios intereses personales, poniendo su trabajo al servicio de ciertos grupos de poder que tienen diferentes motivaciones, especialmente económicas y políticas.

El compromiso con la verdad de esta clase de comunicadores pasa a segundo término y son capaces de incluso mentir o decir verdades a medias con tal de conseguir el efecto deseado.

En México existen varios periodistas que podríamos decir, han perdido la brújula ética, sin embargo, uno de los más mediáticos ha sido Carlos Loret de Mola ya que incluso se ha auto asumido como un perseguido político.

Los límites de la ética

Carlos Loret de Mola ha sido un periodista controvertido desde el inicio de su carrera, basta con recordar sus enlaces como corresponsal de guerra en el conflicto en Afganistán en 2001.

La ética periodística impide que un reportero cree un entorno artificial para generar una reacción de parte del público, es decir, siempre se busca presentar los hechos tal cual están sucediendo.

Sin embargo, esto poco le importó a Loret de Mola pues durante dicho conflicto armado encontró a las afueras de la ciudad de Tora Bora a un grupo de hombres que pilotaban un viejo tanque soviético, mismos que realizaban disparos para los reporteros por un pago definido.

Esto según el testimonio que dio el corresponsal de guerra Jaime Hernández para el medio “Sin Censura”, quien también estuvo presente en ese lugar y presenció todo, él mencionó que dicho tanque era más bien una reliquia y que no era utilizado para el combate pues resultaba lento, lo común para los guerrilleros era utilizar camionetas con torretas de alto calibre en la caja trasera.

Loret y sus mentiras

Lo ocurrido en Afganistán le dio a Loret una gran proyección y se posicionó en el gusto del público como un reportero joven y valiente, además de tener un estilo vistoso para presentar las noticias.

Claro que, así como su imagen subía, su ética periodística continuaba degradándose, además, probablemente gracias a esa alta popularidad y a su juventud Loret comenzó a sentirse como el gurú de las noticias, el Rey Midas de la información, quitándole el miedo a mentir abiertamente.

Basta con recordar uno de sus montajes más mediáticos, el supuesto operativo de agentes de la ahora extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), emitido en vivo en su noticiero “Primero Noticias” en diciembre de 2005.

En dicho operativo se detendría a Florence Cassez e Israel Vallarta, supuestos miembros de la banda de secuestradores “Los Zodiaco”, sin embargo, meses después se sabría que todo se había tratado de un montaje ideado por Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, esto después de caer en inconsistencias de tiempo pues la detención habría ocurrido en realidad casi dos días antes de la transmisión.

Por supuesto, Loret de Mola sostiene hasta la fecha que el desconocía completamente que todo se trataba de un montaje de García Luna, sin embargo, en una nota de “La Jornada” del año 2021 se menciona que Loret tuvo un careo con el juez tercero de distrito en materia de procesos federales, en Toluca, Estado de México en el que se ratificó que efectivamente si sabía sobre dicho montaje.

Esto según sus ex colaboradores del noticiero, Laura Barranco y Juan Manuel Magaña, asistente de información y coordinador de información respectivamente, de hecho, mencionaron que tuvieron problemas de transmisión y Loret dio la orden de esperar a que se estabilizara la señal para televisar la nota pues quería que esta fuera en vivo completamente y no grabada.

Así se pueden evidenciar otros montajes como el de niña Frida Sofia en el sismo del 19 de septiembre de 2017 o la fuga del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte.

Loret continúa produciendo contenido noticioso fiel a su estilo, manipulando la información y violando el principio de la ética periodística con tal de obtener la nota.